Nineth Montenegro

Por Cecilia Mérida Comentario en la sección de opiniones del trisemanario elQuetzalteco, Quetzaltenango; Guatemala en la pagina No 17 de la edición del martes 16 de marzo de 2010 La historia política de Guatemala, desde 1985 a la fecha, puede conocerse a través de la lucha de miles de mujeres y hombres que han dedicado su vida e intelecto a construir las bases de la democracia. Una de estas mujeres es Nineth Montenegro. Ella, quien ha sido una de las principales impulsoras de los derechos humanos en el país, incansable luchadora por transparentar el gasto público y artífice de leyes a favor de las mujeres, justamente el 8 de marzo, denunciaba un complot en contra de su vida. La apertura democrática no fue una cuestión abstracta y no tuvo que ver únicamente con el cese al fuego entre la guerrilla y el Ejército de Guatemala, sino con historias de vida como la de Nineth. La desaparición forzada de su esposo, la ruptura de su vida íntima y verse con una recién nacida en brazos, la obligó a convertir lo personal en político. Salió a las calles, gritó, luchó. Su búsqueda se hizo la búsqueda de otros y otras que como ella de pronto se quedaron sin poder abrazar a sus seres amados. Nineth pertenece a esa estirpe de mujeres que, a lo largo y ancho de América Latina, han dado su vida, día a día, para que otros y otras no dejaran de existir bajo la sombra del olvido y la impunidad. A ella y a muchas otras les debemos haber sacudió las estructuras de los Estados, evidenciando sus más arcaicas debilidades. Su tenacidad ha puesto a prueba los más obscuros poderes que merodean lo público. Obviamente, hace falta mucho por hacer, ella dio los primeros pasos; la pregunta es ¿cuántos estamos dispuestos a seguir luchando para transformar este Estado fallido? Guatemala está en deuda con Nineth Montenegro, porque ella ha contribuido a ampliar los márgenes de la democracia, luchando, entre otras cuestiones, para lograr que las entidades públicas cumplan con su obligación de usar de manera eficiente y transparente los recursos públicos. Si todos los y las funcionarias gubernamentales actuarán como ella, el nivel de corrupción y malversación sería menor en el país.